sábado, 29 de octubre de 2011

Frase de Cajón?


Ahora que esta carrera de las elecciones llegó a su recta final, me he dado cuenta, que la carrera no es por la curul, esto es una feria de vanidades, donde los egos son el protagonista; no se quiere ganar una gobernación, una alcaldía, asamblea o concejo, se quiere demostrar que se es el más poderoso, que es quien más adeptos ha conseguido y el que más posibilidades tiene, para no dejarse quitar algo y si, ganar el poder. Ojalá -no los programas de gobierno-, las voluntades sean honestas y en verdad las cosas se estén haciendo “por el bien de Arauca”, aquella frase que ya parece manida. Se dice y se escucha: “voy a la alcaldía, por el bien de Arauca, quiero llegar a la gobernación, por el bien de Arauca, voy para el Concejo, por el bien de Arauca”; si no estoy mal, las mismas palabras y los mismos deseos de siempre. Me surge una pregunta ¿y el bien de Arauca que dice? Será que han colmado sus expectativas?. Sería bueno que el contestara.
Pero como no puede contestar, pues que cada uno de ustedes, allá en su conciencia le dé una respuesta. En el caso de Bogotá, se hizo por parte del portal Vote bien, un perfil –a manera de matriz dofa- de los tres candidatos más opcionados a la Alcaldía de la capital: Gustavo Petro, Ginay Parody y Enrique Peñalosa, sus debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas. Me gustaría que los araucanos hiciéramos algo así. Pero como los araucanos somos tan apasionados no lo podemos hacer, pues los egos nos tienen enceguecidos. Ah, se me olvidaba, los egos, los resentimientos y la falta de perdón.
Un amigo me dijo (y como siempre, mi amigo tiene mucha razón) tres candidatos no le convienen a Arauca, porque si alguno de los tres gana, echarán sobre su mandato sendas (hace poco me corrigieron esa palabra), sendas no, onerosas demandas para el estado colombiano y para el pueblo araucano, y en poco tiempo tendremos que elegir nuevamente o recibir del gobierno central otro gobernador. Eso me preocupó, mejor dicho, me tiene preocupada, que dentro de dos años o menos, tengamos que cambiar de gobernador. Eso, no lo aguanta la imagen de Arauca.
Hay que hacer actos de conciencia “por el bien de Arauca”, que el ganador sea rodeado de la más positiva respuesta por parte de los araucanos, que cuando se quiera reclamar por algo que el nuevo gobernador haya prometido y no esté cumpliendo, se hagan protestas de frente y no demandas con sabor a desquite y sin rostro, que si el mandatario se está saliendo de madre, le llamemos la atención proactivamente, sin ser permisivos; quizá eso es lo que nos falta, carácter. Y eso es lo que debemos tener a la hora de votar: carácter. Que allí, en la soledad del cubículo, nuestra conciencia sea la mejor consejera, que no nos dicte frases de cajón, ese filósofo tan acertado y lleno de sabiduría que para facilitarnos la vida nos quitó la posibilidad de crear, pensar y tener autonomía.     
 

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