jueves, 28 de enero de 2010

El Derecho en la Picota de la Opinión Pública

La Yidispolítica, La Parapolítica, los falsos positivos, las investigaciones por los magnicidios de Álvaro Gómez, Luis Carlos Galán como los más destacados, -amén de los no difundidos con la misma intensidad- son episodios que tienen al gremio de los juristas en Colombia en el ojo del huracán, al punto que esta semana se convirtió en tema de debate en muchos medios de información de la capital. Duros han sido los cuestionamientos a los procedimientos que abogados, fiscales y defensores de estos sucesos han tenido desde los estrados judiciales; aunque las circunstancias nos sean nuevas, estos episodios han destapado la actuación de muchos abogados, colocando la profesión en la picota pública. No solo Magistrados y Analistas están asombrados por los procedimientos llevados con estos casos trascendentales para la moral y la conciencia del país; a esto se suma los miles de procesos que personas del común han denunciado ante el Consejo Superior de la Judicatura por “abusos” en el ejercicio de la profesión, (más los que no se denuncian), dejando al descubierto una grave falta de ética y profesionalismo de muchos juristas, aspecto que para la opinión pública surte efectos fatales que repercuten en el prestigio de esta carrera. Para colmo de males, como dijo un leído bloguero de la Revista Cambio “ desafortunadamente las vergüenzas a este país le duran lo que dura un periódico”.

Símbolos del Derecho: el martillo y la balanza. (Foto tomada del Portal de Global in Enterprise)

Lo cierto es que los abogados en los últimos días han sido objeto de duros interrogantes a su ética y moral y la carrera está en una crisis que para unos se había demorado en reventar; incluso un recién graduado de abogado y por cierto estudioso de la materia, me dijo: “me da pena decirlo, pero en Colombia están sacando abogados como quien saca fotocopias, por eso hay tanto abogado malo y que esta desprestigiando la carrera”. La verdad, habría que revisar la academia y las universidades, aunque bien se dice que las malas no son las instituciones si no los estudiantes y posteriores profesionales; además la ética no tiene porque reñir con la calidad.

Y lo digo con conocimiento de causa. Durante el último año, he conocido procedimientos de abogados que dejan mucho que decir (sucede con frecuencia con familiares de personas judicializadas); estos profesionales prometen soluciones en términos imposibles de cumplir, piden honorarios por adelantado, posteriormente no dan resultados y obviamente la familia en desventaja, pierde el dinero y un tiempo muy valioso para el núcleo familiar. Revisen su ética señores.




2 comentarios:

yoyoba dijo...

Un placer encontrarme con alguien como tú en el ciberespacio. Quiero saber mucho más pero ¿cómo lo hacemos en privado?

Anónimo dijo...

Hola....en privado?....bueno, mi correo es rlizneira@hotmail.com