sábado, 19 de diciembre de 2009

Nicho Epoémico


Francisco "Pacho" Torres, es un hombre de campo que ha arado la tierra para moldear la palabra con sudor y conciencia de labriego. Aqui un poema de su cosecha, su mas reciente libro de los 4 que se conocen: Todo Canta


Piel Gastada


Allí donde la carne se repliega

en un cuello

en las escamas

de la piel de nuestras manos

reconocemos la tierra

la piel laborada


Arrugas prematuras

erosiones de la labranza

varos trasegados

joyas encaramadas en la loma

de la muñeca

depresiones entre las venas

sufridas escamas

pedazos de piel gastada

en el esfuerzo de ganarse la vida

en la alegría de ganarse la vida


Post Sriptum


He aquí que hoy

regreso de la vida

a la vida

sin saber como


Me levanté, me sente

y al volver a levantarme

la vida había irrumpido en mi vida

sin contemplaciones

1 comentario:

FAVIÁN ESTRADA dijo...

BUENO PLUMALUNA, COMO LA IDEA ES ENRIQUECER ESTO DE POESÍA ADEMÁS DE OTRAS COSAS, TE ENVÍO UNAS MIAS...

FAVIÁN OMAR ESTRADA VERGEL.


COMO QUIEN DICE

Como quien dice que camino por una estera de espinas y no me dañan.

Como quien dice que respiro un aire pesado y lo paso por un tamiz tramado de pétalos.

Como quien dice que logro el piso oceánico con los dedos de los pies y no se humedecen.

Como quien dice que soy de bruma, y sólo espiro lumbre.


DESIGNIOS

Tal vez las palabras galopen en la brisa,
tal vez el tiempo todo lo remedie,
tal vez la vida siga, los hombres olviden,
la muerte no sea serena, la justicia renga,
el candil de cobre y la vela de sebo.

Si bien el mañana será de luz,
la esperanza de fierro,
y todo lo que el hombre haya matado
tendrá que renacer.


A HITLER

Me cuentan que han visto tu alma marchita
atravesar fogones enormes
remolcando las penas del pasado
que te despiertan y hostigan hasta el cansancio cada mañana
y germinan entre los dedos de los pies
como sabañones eternos.




EN BREVES DISTURBIOS

Mía fue la noche
en breves disturbios
de la lluvia serena y metódica
La despojé con astucia y delicadeza
de su estrecha vestimenta de penumbras
que se enrollan como tejidos en miles hebras dispersas
entre sueños pictóricos y mudas caricias
Así era la grandeza de la noche grave
de la lluvia serena y metódica
en breves disturbios
Mía fue la noche



LA GUERRA

La guerra no es como la pintan
de multicolores y perifollos brillantes
Es espesa como melaza de caña,
pero se dispersa en el viento
como el polen de las orquídeas
Tiene los dientes de corcho
y sabe a melancolía.

La guerra no es como la pintan,
cambia por doquier su nombre,
la desvisten, pero no la visten
muere solitaria y triste cada noche,
y se despierta activa al otro día
y se prostituye nuevamente
con quien le ofrezca, al menos para
un trozo de queso y miel.

FAVIÁN OMAR ESTRADA VERGEL